Indiscutiblemente la tecnología ha rebasado los límites de una herramienta de trabajo. Nadie se imaginó que un proyecto hecho para uso exclusivo de la inteligencia militar diera un giro de 180 grados, para uso comercial y al alcance de cualquier ciudadano.
Un espacio tan limitado o ilimitado como uno lo quiera hacer, al igual que lo indispensable. El Internet definitivamente una herramienta de trabajo, una necesidad, y un problema social.
Imposible de creer que un invento del ser humano pudiera servir de tanta ayuda y a la vez tener su efecto negativo. Pero ahora sí que el libre albedrío de los humanos es el responsable de todo.
El Internet no tiene nada de malo ya que por su definición procede de las palabras en inglés Interconnected Networks que significa “redes interconectadas”, también se le puede definir como la unión de todas las redes y computadoras distribuidas.
El problema mayor generado por éste Internet es lo que hay en las redes interconectadas, es decir, toda aquella información de instituciones de gobierno, educativas, científicas, empresariales y entretenimiento. Este último es el que ha generado mayor problema en los últimos años hasta el grado de convertirse en un problema social.
Así es, hoy tenemos una juventud a la cual depende todo su entorno en un mundo de fantasía en la que viven en las redes sociales. En el momento que estoy escribiendo estas letras sonará absurdo y estúpido sin embargo es una realidad en donde los adultos hemos aceptado que tengan nuestros hijos y nuestra juventud una “vida social” cibernética.
Que tan irreal es eso sobre una “vida social”, en base a las redes sociales sin importar si se trata de Facebook, WhatsApp, Twitter, Instagram o el Snapchat, siendo éstas las más populares.
En ese mundo de fantasía, porque en la realidad no existe ya que la vida social por definición es en oposición a la vida privada que se desarrolla en el seno familiar, se refiere a las actividades que realiza el ser humano en el ámbito de la esfera pública, es decir, se vincula a su interactuación en contacto con otras personas de la sociedad.
Ninguna de éstas redes sociales cumple con el requisito de interactuar en contacto con otra persona, y no debe de confundirse la comunicación no verbal e intrapersonal, como el concepto de comunicación interpersonal o grupal, ya que en su mayor parte el receptor tiene que darle su propia entonación al momento de leer en pocas letras un pensamiento completo el cual está fuertemente influido de acuerdo al estado de ánimo del mismo receptor y también en la interpretación de los íconos también conocido como “emojis”, que proviene de los pictogramas utilizados en los mensajes de texto en Japón, traducido en imagen “e” y “moji” letra.
Entonces estamos hablando que por definición no existe tal comunicación interpersonal o grupal, ya que todo tiene que ser interpretado por el mismo emisor, de acuerdo a su propio marco de referencia y estado de ánimo.
Dentro de éstas redes sociales la red social que está sustituyendo cada vez más al Facebook, es aquel que utiliza un dibujo de fantasma. Esta aplicación de Snapchat se puede enviar unas imágenes a otros usuarios con fecha de caducidad para que ésta misma se borre, y otro que cada vez se hace más popular es el Instagram en donde también se envía imágenes a los usuarios con la diferencia de que estas fotografías no caducan por sí solas sino tienen que ser manipulado por el usuario, pero en ambas situaciones han dejado de que la red social de Facebook tenga poco movimiento y que por medio de fotos se comunican los jóvenes, así como lo hicieron alguna vez nuestros antepasados con sus pinturas rupestres como su primer medio de comunicación entre sociedad antes de que existiera un lenguaje complejo como el que tenemos hoy en día.
Dentro de ese mundo lleno de fantasía entre los jóvenes, muchos de ellos creen que están realmente haciendo “vida social”, y quieren ser parte de esa invención de “sociedad”, el querer pertenecer a cierto “grupo social”, porque dentro de la imaginación de cada mente joven piensan y están convencidos de que sí existe cuando en la realidad solo es un invento de la mercadotecnia de las redes sociales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intrersip.org